Inefable es la belleza de las flores humildes
a Natalia Carbajosa
Inefable es la belleza de las flores humildes
que nacen en los huertos,
o la de aquellas que brotan en bancales
y pedreras imponiéndose a la cizaña.
Su dulce muerte es su poderío.
Ellas contienen la placidez
de la que nunca se habla.
—Qué serenidad en el claroscuro de sus pétalos—.
Ellas atesoran el paisaje de los márgenes,
aquel en el que no reparamos
y al que sin embargo pertenecemos.
José Luis Zerón Huguet