Son imágenes de una montaña suplicante
Son imágenes de una montaña suplicante
con disfraces de mantos cancerosos
quietud consternada.
La luna proyecta sombras aletargadas
corrigiendo el dolor del mártir.
Las piedras, abrupto lodo deformable.
su infierno desmenuza.
Se cobija detrás, en su hombro, piel radiacliva.
La oscura charca de mercurio desintegrado.
Sus húmedos hijos de limo
translúcida retina
y con la nube moribunda
el musgo espolvorea en su carne,
en sus bacterias castlgadas por el fuego,
en sus venas de ignorancia.
Y su p/e/de daga arrodillada.
se proyecta en el foco de caos adormilado,
sus reflejos son cadenas de dúctil ceniza,
so légamo drogado vegetación dolorosa.
moribunda paz,
aliento quebradizo,
clamor delirante.
José Antonio Ortuño Rodríguez