SONETO
Al que pregunta en La Esperanza por qué puse en mis versos titulados La estatua de Colón cierto texto del Apocalipsis de San Juan, criticando el abuso de textos sagrados.
Su pluma Dios arráncale al profeta
Y una obra perennal le deja escrita,
Finita exposición de la infinita
Epopeya total del Gran Poeta:
En ella está la humanidad completa;
Cuanto es, fue y ha de ser, allí palpita;
Cuanto se hace, y se siente, y se medita,
Allí el hijo del hombre lo interpreta.
Quise a Colón cantar, y en ese santo
Raudal de luz, de genio, de heroísmo
Allí estaba Colón para mi canto.
Su mundo es esa estrella; Colón mismo
Es el quinto ángel, y él quien con espanto
De Luzbel, abrió el pozo del abismo.
Bogotá.
Rafael Pombo