DÍA DE OTOÑO
[Traducción de Rainer Maria Rilke]
Señor: ya es tiempo. Fue inmenso el verano.
Echa tu sombra sobre los relojes de sol
y haz que el viento sople por los prados.
Ordena que maduren los últimos frutos;
dales dos días más meridionales,
urge su sazón y luego añade
al espeso vino su último dulzor.
Quien aún no tiene hogar, ya no se hará uno.
Quien está solo ahora, lo estará por mucho tiempo,
velará, leerá, escribirá largas cartas
y paseará inquieto por las avenidas
de un lado a otro, mientras las hojas se agitan.
Natalia Carbajosa