MALDITO
Maldigo al inventor
de esa autopista de la vida,
que nos lleva tan rápido
al final de un desconocido trayecto.
Que nos impide ver crecer
las flores a la orilla del camino.
Que no nos deja compartir
la palabra con el viejo,
sentado a la puerta de la estancia.
Que pone vallas a la tierra
que antaño araron
las manos de mis ancestros.
Que pone prisas a las vidas.
Maldito sea
el inventor
de la autopista
de mi vida
(a mi hija Amanda)
Jorge del Rosario