QUISIERA PEDIR PERDÓN
Quisiera pedir perdón
a quienes pude dañar
con mis ausencias pero,
elegí la soledad del sonido,
de mis sueños,
—locura—
la reiterada rotura de la 4ª,
—cuerda—
a la impersonal cantata
de una coral distinta
—pero cuerda—
dirigida por la batuta
—a distancia—
del dueño de la fábrica del papel
—como el tigre—
que se utiliza
para escribir la partitura
Jorge del Rosario