CONFIGURACIÓN DEL VERANO
a José Enrique Martínez
I
ahora sí, ahora sí,
dentelladas flamantes...
la de la luz de julio sobre el río,
emplumándolo de agujas y de joyas veloces,
la del sudor y sus ondulaciones
húmedas sobre los cuerpos saqueados
por los pactos del calor,
la de los gritos impuros de los niños
en lo alto de la noche,
vivos y tardíos
entre dos patios aún calientes
entra ahora el verano
con su mugido hermoso
y arden sin sueño los seres
y la nobleza corta de las noches
dame a mí del manto de tus días
una orilla sin ánimo,
un puñado de hilo de asustadas sustancias
cosas de poco amparo
donde nunca habrán de llegar a beber
esos otros animales, los que traen hirviendo
entre los dientes
la lenta gelatina de la desolación
II
por el cielo, qué ruido
de astas sucias
la tormenta...
deja enferma la luz
al final de la tarde
un brillo de limones sumergidos
viene a por ti
el verano
¿y tú? ¿darás la espalda
a su cromo lujoso
de jardines candentes y de abejas bravías?
no, esta vez no
quémate en su aventura
de metales nocturnos y de túnicas
rojas, desabrochadas
a favor de los cuerpos
entra
en la onda dormida de la carne
y abrásate despacio allí,
junto a todos,
junto a todo
en la respiración incandescente
de perros, de frutas y medallas
que abrasan
el pecho de las niñas maldormidas
(2017)
Tomás Sánchez Santiago