RÍO
O lleno de canción o un filete de estaño que nadie solicita. Agua
de la verdad, nada te cierra el paso. Y entonces cuidas en tu ronda
de noche el sopor de los perros abandonados, las campanadas
sangrientas en los relojes más altos, los partos y los sueños y las
extremaunciones.
Un almanaque de asuntos silvestres baja por tus riberas. Estrépito
y mercancías asustadas.
Río.
Tomás Sánchez Santiago